PROGRAMA "TENGO UNA CARTA PARA TI"

Volver a las cartas para fortalecer la comunicación con las personas mayores

La Organización Mundial de la Salud elevó el pasado 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública ocasionada por el COVID-19 a pandemia internacional.

Las circunstancias extraordinarias que concurren constituyen, sin duda, una crisis sanitaria sin precedentes y de enorme magnitud tanto por el muy elevado número de ciudadanos afectados como por el extraordinario riesgo para sus derechos.
La rapidez en la evolución de los hechos, tanto a escala nacional como internacional, ha requerido la gradual adopción de medidas orientadas a proteger la salud y seguridad de la ciudadanía, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública, así como garantizar el funcionamiento de los servicios públicos esenciales y hacer frente al impacto económico y social negativo derivado del COVID-19.

Entre esas medidas, destaca el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, que ha declarado el estado de alarma, incluyendo limitaciones a la libertad de circulación, requisas temporales, prestaciones personales obligatorias y medidas de contención en el ámbito educativo, laboral, comercial, recreativo, o en lugares de culto. A su amparo, las autoridades competentes delegadas han aprobado regulaciones e instrucciones para garantizar, en la esfera específica de su actuación, la prestación de todos los servicios, ordinarios o extraordinarios, en orden a la protección de personas, bienes y lugares.

Para poder llevar a cabo las medidas que establece el gobierno queremos y a la misma vez estar pendientes de nuestros Mayores, queremos poner en marcha el siguiente programa "Tengo una carta para tí". Y para ello una de las cosas que vamos hacer es celebrar el día europeo de la solidaridad y cooperación entre generaciones, su celebración será el próximo 29 de abril.

El objetivo de la actividad intergeneracional es mejorar la interacción y cooperación entre niños y mayores a través del intercambio de experiencias y conocimiento, ya que las actividades intergeneracionales son un mecanismo muy importante para superar posibles prejuicios intergeneracionales y favorecer el entendimiento entre diferentes grupos de edad. La actividad consistieran en compartir experiencias, sentimientos, anécdotas a través de cartas elaboradas por niños, niñas y adolescentes y le daremos la posibilidad a nuestros Mayores dar respuesta a estas cartas recibidas. Las cartas las haremos llegar utilizando las nuevas tecnologías y a los Mayores que no tienen acceso de le hará llegar telefónicamente.

En esta actividad participará todos los niños, niñas, adolescentes, mayores residentes y haremos también participe a los mayores residentes en la residencia de Orpea.

Esta actividad se enmarca dentro del Proyecto Experiencia Activa, una iniciativa de envejecimiento activo promovida por la Delegación de Mayores.

Beneficios de las actividades intergeneracionales
Los programas de actividades intergeneracionales tienen beneficios para ambos colectivos: Los mayores experimentan, en el plano emocional, un aumento de su vitalidad, autoestima y sensación de ser todavía útiles para la sociedad. Se reducen también los sentimientos de soledad y aislamiento que en ocasiones se sufren durante la vejez, situación que se encuentra más acusadas en estos días por el confinamiento. A nivel cognitivo, se produce una potenciación de la memoria, aumentan las oportunidades de aprender de los más pequeños y se potencian las habilidades sociales y la empatía.

A su vez, los niños, niñas y adolescentes que interactúan con las personas de edad se forman una idea más positiva y no estereotipada de las personas mayores y del envejecimiento y tendrán menos dificultades para entenderlos. Cuanto mayor sea el contacto entre niños, niñas, adolescentes y mayores, mayor será el conocimiento mutuo y percepciones reales y no sesgadas entre generaciones. Gracias al contacto intergeneracional, los pequeños aprenden a valorar a sus mayores como fuente de sabiduría y experiencia y mejoran también sus habilidades sociales, especialmente la empatía y la tolerancia hacia lo diferente.

Además de estos beneficios para todas las generaciones implicadas, se produce también un intercambio de experiencias y transmisión de tradiciones y cultura popular y un aprendizaje por parte de los más pequeños de la historia y tradiciones de su localidad.