EL PROGRAMA PIAC INVOLUCRA A 13 JÓVENES MÁS

Todos ellos finalizan el curso con la vista en el mundo laboral


Un año más, 13 alumnos de Bormujos han tenido la oportunidad de no caer en el absentismo escolar, conocer el funcionamiento de la vida laboral y tomar contacto con el empresariado. Son los estudiantes que han formado parte del Programa Individualizado de Adaptación Curricular (PIAC) que únicamente se lleva a cabo en Andalucía en los municipios de Bormujos y Chiclana (Cádiz).

Con este programa, clausurado esta mañana por el alcalde de la localidad, Francisco Molina, se ha evitado que estos jóvenes abandonen sus estudios y ahora, una vez vivida la experiencia de un trabajo, continúen escolarizados con una nueva ilusión o bien emprendan un camino dirigido hacia el mundo laboral. Los estudiantes han recibido su diploma de participación y se ha obsequiado a los empresarios con un pequeño detalle de agradecimiento.

Tanto el alcalde como los delegados municipales de Bienestar Social y Emprendimiento, acompañados de los responsables de los Institutos de Educación Secundaria “Los Álamos” y “Juan Ciudad Duarte”, de donde proceden los alumnos, han agradecido la implicación de las familias en este proyecto y de los empresarios del municipio que han acogido a estos jóvenes para ofrecerles las nociones básicas de lo que se van a encontrar una vez que pasen a ser empleados.

Los 13 estudiantes han permanecido durante los últimos meses realizando trabajos de prácticas en distintos negocios de Bormujos dedicados a la hostelería, el ocio, la enseñanza, equitación, talleres, informática, peluquería etc, en función de las prioridades elegidas por cada uno de ellos. Todos ellos han admitido que han vivido un aprendizaje en poco tiempo que les impulsará a buscar alternativas para la formación profesional o poner mayor empeño en sus estudios de secundaria.

Este proyecto, pionero en la provincia de Sevilla, alcanza ya su séptima edición en Bormujos y ha sido puesto en marcha gracias a la implicación municipal y de los institutos. Bajo la tutorización de una educadora social, los alumnos no sólo trabajan durante unas semanas, sino que también participan en clases y talleres de informática, autoestima, prevención de riesgos laborales o nutrición, entre otros.

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